Uno de los aspectos más interesantes e incluso emocionantes para
un cliente de coaching sistémico, es el momento en que descubre, a
través de las figuras, que su historia , asunto o problema, no es
exactamente como él la veía. Ese momento en que te quedas quieto
mirando las piezas con cara de asombro porque ves algo que no habías
visto hasta este preciso mo- mento y que ahora te ayuda a comprender lo
que te sucede.
Si crees que lo que ves y
te cuentas a ti mismo es la realidad, buscarás soluciones a esa
realidad. Si solo percibimos los síntomas buscaremos un re- medio a
esos síntomas pero no atajaremos la enfermedad.
Nuestra versión de
la historia , es solo eso, una versión de la historia . A veces ocurre
que las versiones no coinciden. Lo vemos en las parejas, las familias,
los amigos y las empresas. Cada uno cuenta y tiene un relato propio de
lo que sucede. Otras veces, las personas comparten que algo va mal y
coinciden en determinados puntos pero no encuentran la manera de salir
de ello. En mi opinión, la clave está en un proceso sencillo: ver,
comprender y aceptar.
Ver: Se trata de sacar a la luz la información que no vemos y que juega un papel en el asunto a tratar.
Comprender: Esa nueva información nos revela quiénes, qué elementos y de qué manera influimos en el estado actual asunto
Aceptar: Que lo que existe, existe.
Uno de los principios sistémicos que más me llamaron la atención, quizás porque yo lo incumplía una y otra vez, dice que “todo lo que existe tiene derecho a existir”
Cuánto
tiempo, esfuerzo y dinero dedicamos a resistirnos a aquello que no nos
gusta o no nos viene bien. Nos desgastamos en batallas inútiles en vez
de dedicarnos a buscar soluciones a lo que hay.
La nueva
información te facilita enormemente encontrar los siguientes mo-
vimientos que te lleven a las soluciones. En vez invertir esfuerzo en
resistir- nos ante algo que existe, podemos dedicarnos a superarlo. Ver,
comprender y aceptar te impulsan a actuar y es tremendamente
liberador.